El informe psicosocial y cómo impugnarlo
- ¿Qué es el informe psicosocial?
- ¿Quién solicita el informe psicosocial?
- ¿Cómo influye el informe psicosocial en la decisión del Juez sobre la mejor opción de custodia?
- ¿Se puede impugnar un informe psicosocial desfavorable?
- Errores más frecuentes del informe psicosocial
- ¿Cómo impugnar el informe psicosocial?
- Conclusiones
El informe psicosocial constituye un medio para valorar el estado psicológico y las aptitudes de las personas implicadas en un procedimiento judicial sobre guarda y custodia. La finalidad del mismo es asesorar al juez en su toma de decisiones sobre el régimen de guarda y custodia más apropiado para los menores, atendiendo siempre al Interés Superior del Menor.
En otras palabras: el informe psicosocial es una herramienta que sirve para valorar las capacidades de los padres para ostentar la guarda y custodia de los menores, ayudando al juez a determinar la mejor opción de custodia.
Generalmente, el informe psicosocial sobre la unidad familiar lo solicita el Juez, con el ánimo de esclarecer aspectos relevantes a la hora de tomar una decisión en materia de guarda y custodia. No obstante, el informe puede ser solicitado por cualquiera de las partes a través de su abogado.
Una vez solicitado el informe psicosocial como medio de prueba a través de la demanda pertinente, se procederá a la evaluación de las personas implicadas en el procedimiento; esto es, los padres y los menores. Como comentábamos en el apartado anterior, el objeto es determinar la mejor opción de custodia. Pero, ¿por qué es útil y necesario dicho informe? El informe constituye una herramienta imprescindible en estos casos. Pensemos que estos informes suelen solicitarse precisamente en separaciones y divorcios de carácter contencioso marcados por una actitud litigiosa entre los progenitores. En casos así, ambas partes tienden a sacar la mejor versión de sí mismos, relegar a un segundo plano las propias carencias y cuestionar la aptitud o capacidad de la otra parte para hacerse cargo de los menores.

El tema que nos ocupa es sumamente complejo, las circunstancias que rodean cada unidad familiar son diferentes y singulares, con múltiples aristas y aspectos a analizar. Conocer las capacidades parentales de los progenitores requiere necesariamente de un estudio exhaustivo de la unidad familiar. Y ahí es donde entra el informe psicosocial, que permitirá al juez disponer de información relevante sobre el conflicto y la situación de cada uno de los progenitores en las diferentes esferas de la vida (familiar, laboral, residencial, redes de apoyo, entre otros.)
Asimismo, este informará sobre variables de tipo psicológico de los cuidadores que puedan incidir directa o indirectamente sobre el cuidado y crianza de los menores.
Del estudio de este informe psicosocial y del resto de medios probatorios se desprenderá la decisión judicial, sobre si el padre y la madre son aptos para ejercer una custodia compartida o si, en su defecto, la mejor opción es una custodia exclusiva o monoparental ostentada por el padre o por la madre.
La respuesta es sí. Los psicólogos forenses encontramos a lo largo de nuestra trayectoria académica y profesional como peritos una ingente cantidad de informes psicosociales que son, cuanto menos, cuestionables desde el punto de vista técnico.
La manifiesta saturación de la Administración de Justicia en España, así como la escasez de recursos humanos adscritos a los diferentes Equipos Psicosociales de los juzgados, contribuye a una sobrecarga de los profesionales encargados de los informes psicosociales y, por ende, a un empobrecimiento de la calidad y rigurosidad de los mismos.
Este motivo, que puede o no ir de la mano de la escasa cualificación profesional del perito encargado del informe, da lugar en muchas ocasiones a informes muy pobres que no cumplen con los estándares de calidad mínimos exigibles desde el punto de vista técnico y científico.
Algunos de los errores que puede presentar un informe psicosocial son:
- Una metodología errónea.
- Interpretación de las pruebas administradas de forma aislada. Esto se aprecia en muchos informes, donde las puntuaciones de algunas pruebas no se integran debidamente con el resto de la evaluación practicada y se interpretan de forma aislada, a veces realizando afirmaciones categóricas basadas únicamente en determinadas puntuaciones.
- No se tienen en cuenta aspectos documentales importantes que constan en el expediente judicial.
- Parcialidad o falta de objetividad del perito, que se refleja en afirmaciones tendenciosas e interpretación sesgada y parcial de los datos. Reflejar los datos que confirman la hipótesis de partida del perito y descartar la información contradictoria con dicha hipótesis es más frecuente de lo que nos gustaría y cabría esperar de los forenses adscritos al juzgado.
- No se abordan aspectos importantes en el informe, o bien se pasan por alto.
- Escasez de sustento bibliográfico, afirmaciones carentes de apoyo científico y conclusiones que no se derivan de los datos recabados y exploración realizada.

La mejor opción es contar con un perito psicólogo privado para la realización de un nuevo informe. Los peritos privados tienen, por lo general, una mayor flexibilidad y más tiempo para dedicar a la evaluación pericial y confección del informe, lo cual revierte positivamente sobre la calidad del mismo, diferenciándose para bien de los informes psicosociales de la Administración. Las opciones pasan por:
- Aportar otro informe pericial
Aportar otro informe pericial completo que evalúe la unidad familiar en su totalidad.
- Aportar un contrainforme
El contrainforme servirá para poner de relieve aquellos aspectos cuestionables y errores que presente el informe psicosocial aportado al procedimiento. En el siguiente artículo te explicamos en qué consiste un contrainforme y su utilidad.
Conclusiones
El informe pericial psicológico tiene como finalidad arrojar luz sobre aspectos relevantes para el Juez en un procedimiento, y debe realizarse siempre con arreglo a la imparcialidad, profesionalidad y buenas prácticas desde el punto de vista deontológico del profesional encargado de realizarlo. No obstante, hablamos de la teoría, en lo que se refiere a la práctica pericial los errores anteriormente descritos no son precisamente infrecuentes.
Estos errores, ya se deban a la escasa cualificación del perito o a la precaria situación que vive la Administración con la consecuente falta de medios y tiempo para llevar a cabo evaluaciones periciales rigurosas, comprometen seriamente la calidad que debería exigirse a los informes oficiales.
Si buscas impugnar un informe psicosocial desfavorable, es de vital importancia que cuentes con profesionales especializados en Psicología Forense que analicen de forma pormenorizada tu caso. Una vez revisado el informe psicosocial, te asesorarán sobre la viabilidad de una nueva valoración pericial, así como sobre la pertinencia del contrainforme.
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